Perder peso no debe significar perder nutrición. En el cambio de tus hábitos es posibles que estes dejando de lado nutrientes esenciales.
A medida que cambias tus hábitos de alimentación y ejercicio para perder peso, es posible que, sin darte cuenta, estés eliminando nutrientes esenciales y saboteando tu éxito.
Los déficits de vitaminas y nutrientes esenciales pueden provocar efectos no deseados que pueden obstaculizar tus esfuerzos para perder peso al hacer que sea más difícil seguir un régimen de alimentación saludable.
Para evitar sentirte mal y descarrilar tu dieta, aquí hay algunos signos comunes de brechas nutricionales, además de estrategias para combatirlas para que puedas mantenerte fuerte, motivado y saludable durante tu viaje de pérdida de peso.
Eres voraz
Evita comer en exceso y manténte encaminado complementando tu dieta con lo siguiente:
Las proteínas y la fibra te ayudan a sentirte satisfecho por más tiempo porque tardan un tiempo en digerirse por completo y permanecen en el estómago más tiempo que otros alimentos. Esto ayuda al cuerpo a estabilizar los niveles de azúcar en sangre, lo que a su vez reduce los antojos. Ten a mano bocadillos ricos en proteínas y fibra, como nueces, frutas, zanahorias y hummus, para regular el hambre entre comidas.
El agua es fundamental para mantener el buen funcionamiento de tu sistema digestivo, por no mencionar todo tu cuerpo, y también te ayuda a sentirte lleno. Un estudio del Instituto de Salud Pública e Investigación del Agua mostró recientemente que los participantes que bebieron dos tazas de agua antes de una comida consumieron menos calorías que las personas que no bebieron agua en absoluto.
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Estás agotado
Un programa de ejercicio sostenido y alimentación saludable inyectará nueva energía en tu vida diaria. Si en cambio te sientes letárgico o débil, es posible que tengas algunas deficiencias en la dieta:
El hierro ayuda a tu cuerpo a transportar oxígeno a través del torrente sanguíneo y es un mineral esencial para el metabolismo y la energía. La falta de hierro en la dieta significa que tus músculos no están almacenando y usando el oxígeno de manera eficiente y puede provocar anemia y sensación de agotamiento extremo.
Asegúrate de que tu dieta incluya fuentes adecuadas de hierro, como carnes rojas, frijoles y verduras de hoja oscura como la espinaca. Y, si eres mujer, considera tomar un suplemento de hierro si necesitas un impulso adicional.
Las vitaminas B son necesarias para el metabolismo celular y la producción de energía; de hecho, casi todas las células del cuerpo las utilizan para crear energía. La vitamina B-12 es particularmente importante para la producción de energía y una deficiencia puede provocar anemia, según los Institutos Nacionales de Salud.
Dado que tu cuerpo no produce vitamina B-12 por sí solo, debes consumirla con regularidad. Puedes obtener B-12 de alimentos de origen animal como pescado, carne magra, aves o huevos, así como de suplementos.
Estás de mal humor
Cambiar tu estilo de vida también puede cambiar tu estado de ánimo y perspectiva emocional. Si te siente frustrado, enojado o en general, no controlas tus emociones, ajustar tus hábitos de sueño pueden ayudarte a recuperar el equilibrio:
El sueño es fundamental, especialmente cuando se trata de controlar el peso. Investigaciones recientes sugieren que la privación crónica del sueño puede aumentar la probabilidad de aumento de peso, sin mencionar que te hace sentir irritable y estresado.
De hecho, un estudio en el American Journal of Epidemiology mostró que las mujeres que dormían 5 horas o menos por noche tenían un 15 por ciento más de riesgo de volverse obesas. Si tiene problemas para conciliar el sueño o mantener un horario de sueño regular, considera probar un producto como la melatonina, que complementa la que tu cuerpo produce de forma natural para ayudar a mantener tu reloj interno y tu ciclo de sueño.