Seguro has escuchado hablar de los famosos ácidos grasos Omega-3, 6 y 9. Sí, esos nutrientes que ayudan al corazón, al cerebro y hasta a tu piel. Pero la verdad es que, entre el trabajo, las prisas y la falta de tiempo, muchas veces pensamos: “¿de dónde saco el omega si casi no como pescado?”
La buena noticia es que no necesitas recetas complicadas ni menús imposibles. Aquí te compartimos 5 formas sencillas (y cero aburridas) de incluir omega en tu día a día, sin que tu rutina se vuelva un reto olímpico.
1. Agrega semillas a tu desayuno
Una cucharada de chía o linaza en tu yogurt, smoothie o avena, y listo. Son ricas en omega-3 y, además, aportan fibra para arrancar el día con energía.
2. Cambia tu snack por nueces
En lugar de papitas con salsa o galletas, lleva un puñado de nueces o almendras en tu bolsa o escritorio. Son fáciles de llevar, quitan el antojo y son fuente natural de omegas.
3. Haz del pescado tu aliado semanal
No necesitas comer salmón todos los días. Con que incluyas pescados grasos (sardina o atún) un par de veces a la semana, tu cuerpo recibe un gran aporte de omega-3.
4. Usa aceites vegetales en tu cocina
El aceite de oliva o de canola son ricos en omegas y le dan un sabor diferente a tus ensaladas o salteados. Solo recuerda usarlos en crudo o a baja temperatura para aprovechar mejor sus beneficios.
5. Suplementos de omega, el complemento práctico
Si tu agenda está llena y tu dieta no siempre es tan variada, un suplemento de omega-3, 6 y 9 puede ayudarte a cubrir esos huecos nutricionales sin complicarte la vida. Lo tomas con tu comida y ya estás sumando salud a tu rutina.

Incluir omegas en tu día no tiene que ser un desafío. Con pequeños cambios en tu alimentación o con el respaldo de un suplemento de calidad, puedes cuidar tu corazón, tu cerebro y hasta tu piel sin esfuerzo extra.
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